Crítica a la ciencia desde el feminismo

La visión tradicional de la ciencia defiende su neutralidad frente a los valores. Sin embargo, la filosofía más reciente considera que los valores tanto epistémicos (ligados a la propia teoría) como no epistémicos (más relacionados con valores éticos o políticos) tienen un impacto en la ciencia. Siendo así, ¿cómo de independiente es la ciencia? Desde este punto, desde los valores no epistémicos, es desde dónde Pérez Sedeño hace una crítica importante sobre el sesgo de género en la ciencia.

Las cuestiones históricas y sociales han excluido a las mujeres de la ciencia y las han relegado a trabajos peor considerados, o han sido olvidadas, o los méritos han sido atribuidos a otros. Esta crítica se centra en que la propia ciencia se ha considerado “masculina”, ya que los valores que han sido asociados y relacionados con la ciencia son valores que se han identificado más con lo masculino como la “racionalidad, objetividad y carácter impersonal”. Por el contrario, los estereotipos femeninos, están más infravalorados y se acercan más a la irracionalidad, pasividad y emotividad. 

La autora plantea si el género del investigador/a es relevante para el conocimiento, para los desarrollos, teorías y avances de la ciencia. Si existe un sesgo ¿de qué manera se puede garantizar una independencia de la ciencia y el contexto? Tal vez no podamos, pero si debemos ser capaces de, como dice Pérez Sedeño, ”reconocer que podemos afectar el curso del conocimiento, favorecer o perjudicar determinados programas de investigación, según nuestros compromisos y valores político-ideológicos, ya que no podemos eliminarlos” y de esta manera dirigirnos hacia una mejor ciencia.

Para ello, la diversidad es importante, así como evitar la exclusión de ciertos puntos de vista y visibilizar todas las prioridades y preguntas. Este trabajo es una crítica que promueve el fomento de una investigación que sea consciente de que esos sesgos de género existen, que tienen posibles consecuencias y con las miras hacia una ciencia más objetiva, en definitiva, mejor y responsable. 


Referencia
Pérez Sedeño, E. (1995). Filosofía de la ciencia y feminismo: intersección y convergencia. Isegoría, (12), 160–171.

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