Ciencia normal y extraordinaria para Kuhn y Popper


En mi opinión, toda ciencia tiene algo de extraordinaria. Un desarrollo basado en investigaciones previas pueda dar lugar a un gran avance en el mismo campo o en otra área científica, siendo necesarias ambas.


Para Kuhn, físico y filósofo de la ciencia, existen dos tipos de investigadores o dos ritmos de investigación o producción científica. Por un lado la “ciencia normal” y por otro lado la denominada “ciencia extraordinaria". En la primera, la investigación se basa y fundamenta en estudios ya realizados, mientras que en la segunda, es dónde tienen lugar las revoluciones científicas.

En la ciencia normal, al basarse en investigaciones previas, hay conceptos o métodos que están asumidos o aceptados. En este sentido, el papel de la denominada “ciencia normal” es importante porque alimenta y enriquece las investigaciones en las que se basa (“paradigma”), pudiendo incluso aumentar el alcance de las mismas. En este proceso, la investigación también podría dar lugar a una refutación de la teoría inicial.

De esta manera, es cuando los científicos se pueden encontrar con “enigmas” que hay que resolver, pudiendo dar lugar teorías radicalmente nuevas. Para Kuhn estos paradigmas no se pueden rechazar sino es reemplazándolo por otro.

Frente a esta visión de Kuhn, Popper sí reconoce la existencia de “la ciencia normal”, pero no lo ve como una opción compatible con el desarrollo y la evolución de la ciencia. ¿Por qué? Porque para Popper, el aceptar ciertas teorías o paradigmas como base, daría lugar a investigaciones no revolucionarias y a científicos no demasiados críticos, ya que aceptarían la ciencia, en vez de desafiarla.


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