¿Ciencias o letras? …Tercera cultura
Esta dicotomía entre ciencias y letras y que tantos debates ha generado y sigue generando, es un clásico. En una diferenciación que no hace otra cosa que oponer estas dos ramas del conocimiento humano.
Las dos culturas, título de una conferencia de C.P. Snow en 1959, describía la división profunda que existía entre los denominados intelectuales (letras) y científicos (ciencias), así como una enemistad entre ambas culturas. Culpaba de esta brecha a la falta de comunicación y entendimiento entre ambas culturas. Unos años más tarde, Snow publicó otro libro (Dos culturas: una segunda mirada), en el que atisbaba una tercera cultura y para ello consideraba esencial establecer una comunicación entre ciencias y letras. No intentar alcanzar un tipo de intelectualidad que pudiera abarcar ambas (algo imposible), sino mejorar esa comunicación, lo cuál tendría una repercusión positiva en la sociedad.
En esta línea de la existencia de una tercera cultura, Brockman publicó otro ensayo que estaba más polarizado hacia la ciencia. En él describía que los intelectuales (letras) siguen sin comunicarse con los de ciencias, y que son los científicos los que se comunican con el gran público. Definía a un tipo de científicos (no los “típicos”) como los pensadores de la tercera cultura. Para Brockman, éstos científicos tomaban el papel de los intelectuales tradicionales. Y de ahí la polarización.
Las principales diferencias del enfoque de ambos autores, es por una parte, que para Snow, lo importante era establecer la comunicación, ese puente entre las culturas. Al contrario que Brockman que erigía como protagonistas de la tercera cultura a este grupo de científicos.
Otra gran diferencia era la finalidad. Para Snow, la comunicación entre las ciencias y las letras tiene un objeto práctico y moral, y su objetivo era mejorar la condición humana. Sin embargo esta finalidad está ausente en la mirada de Brockman, centrándose más en un punto de vista cientificista y no dando valor a otras ramas del conocimiento humano, ni a la sociedad.
Es totalmente imposible comprender exactamente a la perfección cada ámbito, pero si educar para que no sean ignorante ni en las artes o las ciencias (Snow). Una cultura mínima en ambas nos puede permitir entender y establecer esos puentes entre ciencias y letras. Buscar ese punto en común para el diálogo y no polarizarse o tomar parte sólo en una de sus vertientes. Cada persona va tener un mayor conocimiento de su campo, sea ciencias o letras, sea un filósofo o un físico. Pero con una base común y un diálogo entre ambos se establecerá esa tercera cultura con un objetivo común que es la sociedad.
Referencias
- Snow, Charles Percy (1977) Las dos culturas y un segundo enfoque. Madrid: Alianza, trad.: S. Masó.
- John Brockman, (1996) La tercera cultura. Más allá de la revolución científica. Barcelona: Tusquets; trad.: A. García.
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